La estufa es el alma de nuestra cocina, donde preparamos nuestros alimentos para recargar energías y enfrentarnos al mundo exterior, sea poco o mucho el uso que le des, es importante que el mantenimiento y limpieza se haga regularmente, para garantizar una larga y segura vida de este artefacto. Hoy vamos a darte algunos consejos que te ayudarán para que el mantenimiento de estufas, sea el mejor y siempre esté en óptimas condiciones.

Elige los productos adecuados para tu estufa

Mantenimiento de estufas

(Imagen tomada de Unsplash)

*Recuerda usar ollas y sartenes que sean del material adecuado para tu estufa, con esto asegurarás un mejor cuidado. Todo dependerá de si usas una estufa a gas, o una eléctrica de inducción. Para las primeras, se recomienda usar sartenes de buen grosor, ya sea con revestimiento antiadherente en teflón, mármol o cerámica. Para las estufas eléctricas de inducción, se requieren ollas con materiales ferromagnéticos como el acero o el hierro, ya que, este tipo de estufas usan un campo electromagnético.

*El mercado está cargado de productos y opciones para la limpieza, por lo que elegir la opción correcta es importante, así evitarás daños a tu estufa. Para quitar los restos de grasa, puedes usar un quita grasa especializado en cocina, te ayudará a remover todos los restos que puedan dejar una apariencia sucia y grasosa.

-Si tu estufa tiene boquillas removibles, puedes lavarlas por lo menos 1 vez cada 10 días, para evitar que haya acumulación de aceites sobre ellas.
-Si tu estufa tiene una chispa de encendido, deberás evitar a toda costa mojar dicho punto de contact-us.
-Si tienes un cristal protector, podrás limpiarlo con una mezcla de detergente líquido, bicarbonato de sodio y agua tibia, para remover toda la suciedad de la superficie sin dañarla. Usar vinagre te ayudará a mantenerla brillante y desinfectada, diluye un poco de vinagre con agua y aplícalo por la superficie.

Estufas en acero inoxidable

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-Si tu estufa es de acero inoxidable, el principal aspecto a cuidar, son los derrames. Limpiar estos imprevistos inmediatamente puede ser la diferencia entre daños y reparaciones en el corto plazo. Para esto, necesitarás detergente líquido de cocina y agua tibia, con esta mezcla y una esponja suave, vas a remover toda la suciedad y grasa de tu estufa, sécala cada vez que termines de limpiarla.

El horno

Horno

(Imagen tomada de Unsplash)

No te olvides del horno, por lo general creemos que tener cerrado nuestro horno es suficiente para mantenerlo limpio. Los derrames incluso en esos momentos de limpieza inmediata, pueden llegar a dejar residuos dentro del mismo, que junto a restos de comida pueden llegar a incendiarse.

Te recomendamos que realices esta limpieza de 5 a 7 veces por año, dependiendo del uso. Puedes hacerlo con productos especializados que consigues en el mercado para la limpieza de cocina y hornos, o prepara tu propia mezcla limpiadora con: vinagre, bicarbonato de sodio, agua tibia y gotas de aceite esencial de limón:

-En primera instancia vas a retirar las parrillas divisorias y luego de ello, rociamos la mezcla por todo el horno para hacer una capa delgada. Con una esponja suave después de unos minutos, comenzarás a frotar suavemente para remover cualquier resto de comida o grasa.

-Humedece un paño y retira poco a poco la mezcla. Lava las parrillas como de costumbre, sécalas y ubícalas nuevamente en el horno. Deja un poco abierto por un par de minutos mientras seca por completo todo el horno.

Reemplazar el foco

Esto suele olvidarse y es sencillo de solucionar con el personal adecuado, es claro que, si no conoces del manejo de circuitos, deberías acudir a un profesional que pueda identificar el tipo de foco necesario para tu aparato, y lo más importante, pueda quitar la tapa cubierta que lo protege, manteniendo la integridad de tu horno.

¿Sientes que tu estufa presenta fallas o ya cumplió el ciclo y deseas una nueva? En SOS Asistencia te podemos ayudar con la instalación de tu nuevo artículo con un técnico especialista.